La universidad española afronta el reto de integrar la inteligencia artificial y la LOSU
La Fundación CYD recalca en su informe anual la necesidad de una mayor financiación y de colaboración, al igual que la mejora de la empleabilidad.
La universidad española va incorporando poco a poco los cambios necesarios para adaptarse a los nuevos tiempos. La irrupción de la inteligencia artificial, la modalidad a distancia o la sostenibilidad de los campus son ya factores que forman parte de las instituciones de educación superior a raíz de los cambios que han traído los últimos años.
No obstante, todavía tiene ante sí la aplicación de la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), una norma que, para algunos, se queda corta para impulsar la reforma que necesita. En este sentido, el Informe CYD 2023 elaborado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo señala que la universidad española requiere de mayor financiación para poder investigar e innovar aún más y estar en línea con otras universidades europeas. Esto requiere de mayor colaboración y transferencia de conocimiento, no solo hacia la sociedad, sino también hacia otros actores del entorno de la ciencia.
Algo que también recalcan los propios rectores en el informe Financiación pública en la Ley Orgánica del Sistema Universitario, donde afirman que la aplicación de la LOSU supondrá un gran gasto para las universidades y que éste debería estar financiado por los Presupuestos Generales del Estado.
Por otro lado, se debe seguir mejorando la empleabilidad de los titulados universitarios. Las personas con un grado universitario tienen la segunda tasa de desempleo más alta de la Unión Europea: un 7% frente al 3,5% del resto de titulados universitarios europeos. Se observa que, a mayor titulación, mejores condiciones laborales, pero esto no ocurre igual en todos los ámbitos.
España es el país con mayor porcentaje de ocupados con educación superior que trabajan en puestos de baja cualificación, con casi un 36%. Hay también un desajuste entre la demanda de estudios y las oportunidades de empleo: el porcentaje de titulados en STEM en España (18,8%) es inferior al de la Unión Europea (25%), mientras que en proporción hay el doble de egresados en el ámbito de la educación.
A su vez, hay desigualdades en cuanto a la representación de géneros. Si bien las mujeres son mayoría entre los titulados de grado y máster (60,5% y 57% respectivamente, curso 2021-2022), a medida que aumenta el nivel de estudios y la carrera académica su presencia mengua: solo el 26% son catedráticas y el 25% rectoras. Además, su presencia está ligada a ámbitos de estudio como educación, salud y servicios sociales y su presencia es menor en ingeniería, industria y construcción e informática.
Otro de los desafíos que afronta el sistema universitario español es asegurar el relevo generacional del Profesor Docente Investigador, ya que en los próximos 10 años se jubilarán miles de PDI funcionarios y catedráticos. Asimismo, hay que atraer a estudiantes internacionales que no solo participen en programas de movilidad, sino que cursen una carrera universitaria o un máster completo en España, por ejemplo aumentando la oferta de programas en otros idiomas.
· ¿Cómo incorporar la IA en la universidad?
La inteligencia artificial ha acelerado la transformación digital en la universidad. Para poder integrarla hay que aprender con ella utilizando herramientas, pero también sobre ella y cómo funciona, y prepararse para entender sus repercusiones en la vida humana. Atendiendo a estos tres factores se podrá personalizar la docencia, agilizar la investigación y automatizar la gestión.
Los retos que plantea la IA abarcan la necesidad de formar a los profesionales e invertir en tecnología. Igualmente, se deberían fomentar modelos viables de coexistencia en los que la IA mejore la calidad y el alcance de la información y contribuya a la automatización de tareas administrativas y repetitivas. De este modo el Personal Docente Investigador se podría centrar en impulsar la investigación de vanguardia e inspirar, guiar y cultivar el pensamiento crítico de los estudiantes.
Francesc Solé, vicepresidente de la Fundación CYD apunta que la universidad española va a participar activamente en la investigación y en el desarrollo de la IA para aplicarla en la sociedad. Y en lo más inmediato se puede usar en la docencia innovando en las aulas con esta herramienta.