Las Escuelas de Negocios miran al exterior
Las business schools exploran los nuevos mercados in situ.
La formación ejecutiva actual pasa inevitablemente por aportar una visión global a los futuros directivos. Los MBA no pueden prescindir de un enfoque cada vez más internacional, y las escuelas se esmeran en ofrecer al alumno todas las herramientas para moverse en el mercado internacional actual.
Dominar el inglés, estar al día de la actualidad internacional o estar dispuesto a hacer la maleta en tiempo récord son características cada vez más comunes en el gestor actual. Sin embargo, la necesidad de diferenciarse crece cada año. Las escuelas lo saben, y su oferta formativa incluye, cada vez más, estancias formativas en el extranjero.
Las ubicaciones estrella de este nuevo planteamiento son los países emergentes. Hacer un MBA en Estados Unidos es y seguirá siendo un valor indiscutible, pero cobran fuerza los programas cursados en países como China, India, Brasil o Corea del Sur.
Mucho ha llovido desde que IESE Business School abriese camino con su Global Executive MBA en el año 2000, hoy un clásico en constante actualización.
IEDE Business School inició también su andadura internacional con éxito, ofreciendo un MBA que se imparte a caballo entre Madrid, California y Shanghai. ESADE no se queda atrás, con sus MBA globales para ejecutivos.
Las escuelas no quieren limitarse a hacer “turismo" en el mundo de los negocios: buscan empaparse del modo de hacer de otros países y extraer lo mejor de sus peculiaridades. Esta necesidad únicamente se cubre instalándose en el país donde está el negocio, aprendiendo sobre el terreno.
La idea es que los futuros líderes estén en contacto con la realidad de las economías emergentes y adquieran las herramientas necesarias para actuar en sintonía con su forma de trabajar.
Londres, Nueva York o Washington son capitales indiscutibles en el mundo de los negocios, pero ya no están solas. Por ello, cada vez son más los profesionales cuyo curriculum incluye estancias en Shanghai, Moscú, São Paulo, Buenos Aires, o Bombay. ¿A quién no le seducen?