Prácticas de verano: entrenamiento estival
¿Para qué sirven? ¿Cómo se accede a ellas?
Aunque calor es prácticamente sinónimo de vacaciones, con la llegada del verano muchos universitarios y recién titulados se embarcan en un período de prácticas en empresas. La idea es tomar contacto con el mundo laboral, adquirir destrezas que la universidad no proporciona y hacer frente al “horror vacui" de un currículum aún por escribir.
Muchas universidades ponen a disposición de sus alumnos un servicio de orientación y búsqueda de programas de prácticas. Por lo general, basta con registrarse en una base de datos en la que se incluirán los datos personales, la formación académica y el currículum del candidato. Las empresas que buscan estudiantes o recién titulados se ponen en contacto con la universidad de un modo similar, especificando qué perfiles necesitan. Así, las bolsas de prácticas sirven de punto de encuentro entre alumno y empresa, y facilitan el inicio de la colaboración. La mayoría de los portales de empleo realizan una función similar.
Existen también programas de prácticas en el extranjero, cuyo funcionamiento es parecido. En estos casos, las empresas que solicitan estudiantes o titulados para hacer prácticas suelen requerir un nivel medio-alto del idioma del país de acogida. Es de cajón que la probabilidad de moverse de país para hacer prácticas aumenta cuando se trata de hacerlo a lugares de habla no inglesa. En otras palabras: cuanto más “raro" sea el idioma que se domina, menor competencia. Por supuesto, la gran ventaja de estos programas, además de la experiencia de desarrollar una actividad profesional en un país extranjero, es que a la vuelta la maleta incluye una notable mejora en el uso de la lengua en cuestión.
Por lo general, en ambos casos la jornada es parcial. Que las prácticas sean remuneradas o no depende de la empresa. La compensación puede ser económica, pero el objetivo prioritario de las prácticas es completar la formación.
Las prácticas de verano son una oportunidad para adquirir conocimientos prácticos y habilidad en el desempeño de tareas que prevemos realizar en el futuro. Y –quién sabe- tal vez para dar los primeros pasos en el mundo laboral.