En España, la tasa que mide la actividad emprendedora cerró 2012 con un incremento cercano al 4%. Con la tasa de paro más elevada de la historia y con una perspectiva poco alentadora, las start-ups y la innovación parecen ser los motores generadores de empleo.
Emprender e innovar, caras de una misma moneda, no solo reflejan la creación de una nueva empresa sino también el día a día de cualquier organización que desee alcanzar determinado nivel de excelencia.
Además, en un entorno cada vez más hostil e inestable, y con cambios de escenario constantes, romper los esquemas e incentivar la creatividad se han convertido en una necesidad.