El sector turístico, se ha conformado como uno de los sectores pujantes, tanto en términos de aportación a la producción nacional/regional, como en términos de generación de empleo. El sector se desarrolla en un mercado cada día más competitivo, en el que la oferta, tanto de empresas como de destinos turísticos, crece a ritmos mas elevados al que lo hace la demanda turística, por lo que hace inviable el competir solo en ventajas comparativas. Hay que añadir valor a todos los recursos utilizados en el producto turístico y convertirlos en verdaderas ventajas competitivas, de tal forma que éstas garanticen la competitividad sostenible de empresas y destinos turísticos.