La Iglesia pide hoy a los administradores de bienes eclesiásticos, que es siempre una función pública en el seno de la misma, que lleven a cabo su labor con la mirada puesta en el carisma propio de la misma, teniendo presente el sentido evangélico de los bienes, pero con eficacia y eficiencia. Transparencia, rendición de cuentas, gratuidad y formac...