Cómo pagar la matrícula de un máster en varios plazos
El pago fraccionado o contratar un préstamo son las opciones más habituales.
Durante el mes de mayo numerosas universidades abren el segundo proceso de preinscripción a sus másteres. Muchos alumnos se plantean cursar uno de estos posgrados para completar su formación, pero el precio les supone un hándicap importante (según la OCU, puede alcanzar los 4.000 euros en los centros públicos y un 900% más en los privados). Sin embargo, desde el comparador financiero HelpMyCash.com recuerdan que existen varias maneras de abonar esa matrícula en varios meses y, en ciertos casos, sin tener que pagar intereses o comisiones.
Elegir la modalidad de pago fraccionado
Según HelpMyCash.com, la forma más barata de aplazar el abono de la matrícula de un máster es seleccionar la modalidad de pago fraccionado ofrecida por el propio centro educativo. Dependiendo de la universidad, ofrecen entre dos y ocho plazos para liquidar los recibos, a reembolsar en cuotas mensuales, trimestrales o semestrales. En general, las tasas y seguros se abonan en el primer pago, mientras que el coste de los créditos se fracciona en los plazos correspondientes.
El principal punto fuerte de esta modalidad es, lógicamente, que el estudiante no tiene que afrontar el precio del máster de golpe. Además, con esta opción no se pagan intereses ni comisiones, lo que resulta una ventaja clara respecto a la financiación bancaria. Cualquier alumno puede acogerse a esta forma de pago, sea cual sea su situación económica.
En el capítulo de los contras, sin embargo, encontramos algún que otro inconveniente. El más importante es el reducido número de plazos, que dificulta el pago de las cuotas si el máster tiene un precio muy elevado. Otra desventaja es que hay que hacer los abonos mientras se estudia, así que hay que contar con una fuente de ingresos que permita afrontarlos: un trabajo, ayudas familiares, etc. Asimismo, no se cubren los gastos asociados al curso (desplazamiento, material, etc.), por lo que el alumno los tiene que afrontar por su cuenta.
Contratar un préstamo bancario
Por fortuna, los que necesitan un plazo más largo para pagar sus estudios postuniversitarios cuentan con otra vía: pedir un crédito bancario. Según el comparador HelpMyCash.com, puede ser un préstamo diseñado exclusivamente para financiar un máster (ya sea por convenio con la universidad o no) o uno genérico para proyectos particulares. Eso sí, en ambos casos se pagan intereses (y comisiones, si la entidad las cobra) y hay que disponer de un trabajo que permita abonar las cuotas o de un avalista o cotitular que respalde la operación.
En el caso de los créditos para financiar másteres, sus principales ventajas son su alto importe (se suele cubrir tanto el coste de la matrícula como el de los gastos asociados), su reducido interés (la TAE media no alcanza el 5,5%) y su flexibilidad. Y es que el plazo puede llegar a ser de 10 años y, en muchas ocasiones, incluso se permite pedir una carencia total o de capital mientras se estudia, así que no hay que pagar nada (o solo los intereses) hasta sacarse el título.
En cuanto a los préstamos personales genéricos, raramente tienen plazos tan largos o dan la posibilidad de solicitar una carencia, pero se pueden negociar unas buenas condiciones con la entidad. Por ello, desde HelpMyCash.com recomiendan comparar varios créditos para másteres con préstamos para cualquier finalidad para valorar cuál podría ajustarse mejor a las necesidades de cada estudiante.
Fuente: HelpMyCash
-
Online
4.500 €
1.800 €