Cómo hacer de tu Currículum un buen escaparate

El primer objetivo de presentar el currículum e una empresa es conseguir una entrevista de trabajo. Se trata de llegar al empleador como candidato idóneo para el puesto que solicitas, mostrándote como la persona más indicada para el puesto. En el momento de redactarlo, debes pensar que eres un “servicio vendible", y que el currículum es tu escaparate.

Tu currículum es una tarjeta de visita de tu perfil laboral, que debe reflejar tu formación académica y tu experiencia profesional.


Currículum a medida

El esencial saber a quién irá dirigido tu currículum y cuáles son las necesidades de quien lo va a recibir. Cada oferta de trabajo es diferente, y ninguna empresa es igual que otra, así que tu CV debe redactarse en función de los requisitos que demanda el empleador.

Lo más conveniente es potenciar los aspectos de tu formación o cualidades que más se ajusten al perfil que busca la empresa. Pero, ojo, no hay que dejarse cegar por el entusiasmo o las ganas de obtener el empleo. Nada de mentir o “engordar el currículum". Eso sólo servirá para arrojar piedras contra tu tejado. Nadie te ofrecerá un sueldo a cambio de nada, y antes o después tendrás que demostrar tus habilidades. Un principiante es un principiante, pero a nadie le gusta tener un mentiroso en plantilla.

Se trata de dar una imagen fiel de quién eres, así que tampoco te infravalores. Seguramente, tienes más experiencia de la que crees. Reflexiona sobre tu participación en proyectos colectivos; cursos, seminarios o congresos; presentaciones, investigaciones, publicaciones, viajes de estudios en España o en el extranjero; asociaciones de estudiantes, culturales, deportivas, sociales... Si has tenido alguna experiencia pre-profesional, considera las enseñanzas que has sacado de ella. Tal vez te parezcan aspectos de tu trayectoria ajenos al puesto de trabajo que deseas conseguir. Sin embargo, pueden dar idea de tus inquietudes, tu proactividad o tus capacidades.

En el momento de redactar el currículum, deberás seleccionar las informaciones más adecuadas. ¿Son imprescindibles? ¿Son relevantes para el puesto que deseo? ¿Sirven a mi objetivo de conseguir una entrevista personal? Una vez que hayas seleccionado el contenido deberás encontrar la mejor manera de presentarlo.


Orden Cronológico

Presenta la información partiendo de las actividades más antiguas, hasta lo más reciente. La principal ventaja de este formato es que resalta la evolución del candidato. Pone de relieve la evolución ascendente de tu carrera, y seguramente servirá de esquema para tu entrevista personal. Los inconvenientes son que tal vez las primeras experiencias sean poco relevantes, y que si hay lagunas en el tiempo no pasarán desapercibidas.
Un currículum vitae cronológico puede ser conveniente si
-Tu trayectoria profesional ha avanzado en orden lógico y en una línea coherente. - Has tenido pocos trabajos, con funciones muy similares. - Deseas mantener tu línea de trabajo.


Orden Cronológico Inverso

Esta presentación es quizá la más habitual. Consiste en comenzar aportando los datos más recientes. De esa forma, resaltarás tus últimas experiencias, que seguramente serán las más relevantes y las que más interesen al empleador.


En cualquier caso, debes tener presente que tu currículum no es tu autobiografía. Debe ser completo, claro y conciso, y ocupar un máximo de dos páginas. Sintetizar facilita la labor del seleccionador, y no perderte en detalles asegura una correcta valoración de tu trayectoria y potencial.

Deja “reposar" tu currículum antes de entregarlo. Con un poco de perspectiva conseguirás un escaparate más ajustado a la realidad que diseñándolo con prisas.

No olvides que la persona encargada de leer tu currículum tendrá muchos más encima de la mesa. Trata de “enganchar", de facilitar que encuentre lo que busca. En una primera criba, seguramente sólo ojeará los contenidos. Si no descubre un dato interesante no habrá segunda lectura.

Tómate tu tiempo, aprovecha la ocasión de transmitir una buena imagen de ti mismo.