Cultivar los contactos personales

Tener amigos en el infierno. Ésta puede no ser la primera premisa para buscar trabajo. Sin embargo, tampoco es la última. Es un secreto a voces: las relaciones personales mandan en el mundo laboral.

Los contactos profesionales son los que no van más allá de nuestro entorno de trabajo. Sin embargo, los personales, aunque en muchas ocasiones estén alejados de nuestro ámbito profesional, pueden ser muy útiles en la búsqueda de empleo.

Así, comunicar que estamos buscando trabajo a nuestros amigos y familiares es abonar terrenos distintos de los habituales.

Más allá del clásico "enchufado" al que nunca faltará trabajo –ni críticas de sus compañeros-, hay quien consigue su empleo gracias al boca a boca. De la frase "¿No sabrás de alguien que…?", generalmente pronunciada en situaciones distendidas, pueden surgir muy buenas oportunidades.

De hecho, las ofertas de trabajo más atractivas no llegan a salir a la luz. Según Adecco, aproximadamente un 80% de ellas no se dan a conocer en webs de empleo, ni en prensa, ni a través de consultoras de recursos humanos. Esa red personal de contactos es suficiente para que la empresa encuentre el perfil necesita.

Un currículum interesante es condición indispensable para obtener un buen empleo pero, por brillante que sea, tendrá que competir con muchos otros por la atención del responsable de Recursos Humanos. Sin embargo, un currículum que llega en mano es un altavoz para nuestras habilidades.

Cuidar las relaciones, tanto profesionales como personales –a veces la línea que los divide está muy difuminada-, permite intercambiar puntos de vista y multiplicar las posibilidades de éxito en la búsqueda de empleo.

¿Quién sabe dónde puede estar la mejor oportunidad?