El empleo del futuro pasa por las competencias digitales y la formación continua
Las empresas demandan capacidad de liderazgo, resiliencia, aprendizaje o anticipación. Las tecnologías unidas a las humanidades y profesiones vinculadas con la sostenibilidad y el medioambiente marcarán las tendencias.
¿Están las empresas, trabajadores y estudiantes preparados para el empleo del futuro? Este ha sido el tema del Debate CYD organizado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo, en el que han participado representantes del sector educativo y empresarial para tratar de dar respuesta a la cuestión de qué está demandando el mercado laboral y cómo nos estamos preparando para las necesidades futuras del sistema productivo.
· Nuevos trabajos vinculados a la tecnología
El 80% de los trabajos de 2030 todavía no existen en la actualidad. ¿Es una estimación realista? La directora adjunta de RRHH de Santander España, Raquel Graciano, y la directora de Talent de EY España, Lucía Jaquotot, así lo creen. “La mayoría de trabajos no existen, al menos con las mismas capacidades", apunta Graciano. “Va a haber trabajos nuevos, pero también una evolución de los que ya existen", añade Jaquotot.
En este sentido, reciclarse como profesional será clave para estar al día de las nuevas tecnologías, tal y como señalan Juan José Juárez, senior project manager de la Fundación Bertelsmann, y Ángel Sáenz, director general de Linkedin para España y Portugal. “Los conocimientos son efímeros y hay que evolucionar", señala este último. “Todos los trabajos mutan, y ese cambio debe trasladarse al trabajador para entender qué está pasando y formarse adecuadamente", indica Juárez.
¿Cuáles son, por tanto, los “empleos del futuro"? El director de LinkedIn avanza que no hay muchas sorpresas. “Profesiones vinculadas a la tecnología, posiciones ligadas a las humanidades, al desarrollo negocio y a la atención al cliente, al igual que profesiones de la salud y de aquellas relacionadas con el medioambiente y la sostenibilidad".
· Capacidades que piden las empresas y formación continua de los trabajadores
No solo se están demandando perfiles tecnológicos o digitales, sino que perfiles tradicionales tengan ciertas competencias digitales y habilidades blandas -conocidas ahora como power skills-. En este sentido, las responsables de Santander e EY señalan como competencias clave para las empresas la capacidad de aprendizaje, de anticipación, de liderazgo, de resiliencia, la curiosidad o habilidad para lidiar con el estrés y la incertidumbre.
Respecto a las competencias digitales, un 74% de los trabajadores cree que no tiene las necesarias. Las empresas tienen a su disposición las herramientas y recursos necesarios para formar a sus trabajadores, pero, ¿cómo hacerlo? Juan Carlos Tejeda, director de Educación de Formación en la CEOE, cree que el trabajador debe ser corresponsable de su cualificación, diseñar su propio itinerario formativo e ir adaptándose a esos cambios que se están demandando.
· Universidad y FP: cómo están formando a los jóvenes
Por otro lado está el reto de saber cómo las universidades y centros de formación profesional están capacitando a los estudiantes para adquirir esas competencias digitales, que a veces se creen innatas en los jóvenes que han crecido con la tecnología. Sin embargo, el rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, apunta a que hay que enseñarles a utilizar la tecnología para dirigir su carrera profesional y a usarla en la búsqueda de empleo.
“Los nativos digitales son consumidores digitales; no es lo mismo que ser un creador digital", recuerda Juárez. El representante de la Fundación Bertelsmann señala la ventaja con la que cuenta la Formación Profesional al estar más próxima al mundo empresarial, por lo que sabe cómo dar una respuesta más inmediata a las necesidades actuales. No obstante, señala que “hay necesidades tecnológicas para las que todavía no hay títulos, por lo que el reto está en agilizar la creación de nuevos o actualizar los que ya existen."
· Teletrabajo: ¿sí o no?
Otro de los temas que ha abordado el debate CYD es el del teletrabajo. Tras dos años en los que se implantó este modelo, hay empresas que han ido remitiendo tanto las ofertas de trabajo en remoto como la posibilidad de trabajar desde casa. Sin embargo, los expertos consultados coinciden en que hay que atender a la flexibilidad que demandan los trabajadores, pero también dar la oportunidad de acudir a la oficina para participar en la cultura de la empresa e interactuar con los compañeros en persona.
El futuro pasa por el trabajo por proyectos y orientado a objetivos, indica el responsable de LinkedIn en España y Portugal. ¿Qué valor añadido tiene entonces acudir a la oficina? Los jóvenes están demandando cada vez más la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar, por lo que la presencialidad debe aportar un extra, apunta Juárez.
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