El Plan Bolonia plantea reducir en un 40% el número de carreras

El mapa de titulaciones se presentó ayer al Ministerio de Educación por las subcomisiones de expertos del Consejo de Coordinación Universitaria -el máximo órgano de supervisión de la educación superior española. Esta agrupación supone que el número de carreras universitarias se reduzca a 82, desapareciéndo 38 titulaciones.

La propuesta presentada es provisional. A finales de verano una supracomisión de expertos elaborará la propuesta definitiva, donde es posible que se cambien muchos aspectos según declaran los miembros de la supracomisión. El plan definitivo tendrá que ser respaldado para su aceptación por el Consejo de Coordinación Universitaria y principalmente por el Ministerio de Educación.

Los países miembros de la UE debe tener lista esta reforma para el 2010 según se acordó en la Declaración de Bolonia. No obstante, el Gobierno del Estado Español planea iniciarla en el año 2008-09.

Las modificaciones esenciales de la propuesta se dan en las áreas de Humanidades, Ingeniería y Ciencias Experimentales y de la Salud, mientras que el área de Sociales y experimentales quedará con el mismo número de títulos que en la primera proposición. Las carreras de humanidades se reducen a 10 de 26, reorganizando los contenidos para incluir, por ejemplo, los de la actual titulación de Historia del Arte en el título de Historia. La propuesta incluye además la eliminación de la carrera que se denomina Humanidades. Además, las 14 filologías quedarán agrupadas en cuatro carreras: Lengua Española y sus literaturas, Filología clásica, Lenguas Modernas y sus literaturas y Lenguas Orientales y sus literaturas. Las titulaciones técnicas se reducirán a 29 de 59, con la incorporación de Ingeniería de Sistemas Audiovisuales, Ingeniería en Auntomática e Ingeniería en Diseño Industrial. En el área de Ciencias Experimentales y de la Salud se ha eliminado la duración de las carreras, dejándola abierta por el momento, mientras que las ciencias Sociales y jurídicas se mantienen igual que en la proposición inicial.

La propuesta hace mención también sobre los masters y destaca la duración comprendida entre uno y dos años y la importancia de la flexibilidad y la variedad en las ofertas. Además los máster podrán tener atribuciones profesionales (es decir, habilitar para actividades profesionales concretas), pero, si las tienen no tendrán necesariamente contenidos comunes y podrán tener requisitos de acceso. La denominación de máster quedará reservada a los oficiales, por lo que los que se imparten hoy que no estén vinculados con universidades deberán suscribir convenios con ellas o utilizar otra denominación