¿Sabes relacionarte?

No es ningún secreto que quien tiene un padrino tiene un tesoro, pero es igual de cierto que la gran mayoría de los titulados no lo tienen. La buena noticia es que cada vez es menos necesario llevar ese impulso “de serie".

Los expertos aseguran que gran parte de las ofertas de trabajo –sobre todo, las más interesantes- no salen a la luz. De ahí la importancia de cultivar una red de contactos lo más amplia y cualificada posible. Y decir “red de contactos" hoy en día es pensar en Internet y redes sociales.

Hay quienes opinan que estas últimas son voceros demasiado eficaces de lo que ocurre en nuestras vidas, y posiblemente tienen razón, pero ¿por qué no aprovecharlo? Tal vez no quieras que tu plan de fin de semana sea la comidilla en la Red, pero quizá sea interesante que determinadas personas conozcan que tienes un blog especializado, que estás en una conferencia o que la reunión de esta mañana ha sido muy productiva.

Cuando se trata de encontrar un trabajo –tanto si estamos desempleados como si deseamos ocupar un puesto mejor-, es necesario poner toda la carne en el asador, emplear todos los recursos a nuestro alcance. A un solo clic, por ejemplo, tenemos los portales especializados, pero a la misma distancia tenemos Twitter, Facebook o Linkedin. La idea, en cualquier caso, no es demandar un empleo como si nos fuera la vida en ello o esperar resultados inmediatos, sino ver, participar, compartir… En definitiva, “tantear" nuestro sector.

Elegir la red adecuada es decisivo. Cada una exige que nos presentemos de diferente manera, y puede potenciar diferentes facetas. Podemos “mostrarnos" en tiempo real, de una forma más personal, o únicamente como profesionales.

La clave para sacar partido a la web 2.0 en el plano profesional puede ser tan simple como saber seleccionar qué aspectos de nuestra vida compartir y con quién. Y sobre todo, como en cualquier tarea importante, no olvidar los ingredientes fundamentales: esfuerzo y motivación.